domingo, 31 de octubre de 2010

“Atado a un auto y arrastrado”

La testigo Marta Flores entregó al Tribunal el manuscrito original que su padre, Julián Flores, fallecido en 1996, escribió tras su detención en la dictadura (se lo someterá a una pericia caligráfica), donde detalló los nombres de los que consideró sus "torturadores": Constantino, Aguilera, Fiorucci, Guevara Núñez, Gauna, Reta, Escalada, los hermanos Ochoa, Smith, Giménez, Reinhart y Malagueño.
Su hija, recordó que a su padre lo sometieron a golpizas (una costilla fracturada), picana y otro muy particular: "Me dijo que lo ataron al paragolpes de un auto, junto con (Clemente) Bedis, y los llevaron a dar la vuelta alrededor de la Primera". Lo "interrogaban" sobre los campos y las vacas de Regazzoli.
Por su parte, Carlos Ghezzi, que estuvo preso 3 años, 5 meses y 15 días relató que le “vendaron los ojos, me ataron las manos en la espalda y en el primer piso de la Seccional Primera empezaron a golpearme en el estómago y a picanearme sin decirme nada. Me ponían algo húmedo en el cuello y en el estómago. Después sí me preguntaron por mi vida universitaria en el '75, ya que participaba de una agrupación (Faudi, ligada al Partido Comunista Revolucionario) opositora al golpe de Estado", recordó.
"A la tarde volvieron a interrogarme, aunque sin vendarme. Dos civiles, que se presentaron como el jefe y el subjefe de la Policía, creo que uno era Baraldini, me amenazaron con que vendrían otra vez los de la SIDE de la mañana si no hablaba. Al rato cumplieron, porque volvieron a picanearme. El torturador ponía los cables sobre una toalla y la iba corriendo de lugar para no dejar marcas en el cuerpo. El segundo día, el que parecía el jefe del grupo, Fiorucci, me dijo mientras me apoyaba una pistola en la cabeza: 'a vos no te tengo miedo, te voy a hacer cagar'. Yo le respondí: 'si sos tan asesino, tirá'. A Fiorucci lo había visto servil y genuflexo frente al jefe y al subjefe, cuando hasta se ofreció para pegarme. Lo trataron como a una basurita (sic) y se fue al rincón diciendo sí señor, sí señor...", afirmó.
Tras ser trasladado a La Plata, en diciembre de 1977 le iniciaron un juicio del que fue absuelto. De ese momento destacó al abogado Emir Di Nápoli por ayudarlo cuando era "muy difícil defender a un preso político" y recordó “una paliza tremenda” que allí le pegaron al Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
"Estos monstruos no me deben nada a mi, puedo mirarlos a los ojos porque soy una persona decente. Nadie puede hacer lo que hicieron impunemente, ellos son los que torturaban a los vecinos de su propia sociedad. A nuestros hijos y nietos hay que enseñarles qué es ser honesto, decente y tener dignidad. Esta gente no la tiene. Se puede esperar mucha más dignidad de las prostitutas que llegaron a darme ánimo, y hasta un cigarrillo en la Seccional Primera, que de ellos", concluyó.
Quienes no podrán presentarse son otros 12 testigos, entre ellos tres de las 28 víctimas de la causa: Dully Girard de Villarreal porque vive en España y tiene problemas con su documentación, Olga Edith Juárez porque falleció (había identificado a Carlos Reinhart como quien picaneaba) y Gerardo Cansen, quien vive en Uruguay y no fue localizado.
Los otros que no testificarán serán el ex juez federal Juan de Dios Uncal, Alicia De Diego y Florencio Tancoff por cuestiones de salud; Héctor Oveseika, Pablo Viguera y el policía Humberto Gorozurreta porque murieron; Valentín Bosch y Juan Brower de Koning porque residen fuera del país y Horacio Ballesteros porque no fue ubicado.

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