Al igual que lo había hecho en las investigaciones de 1984, el ex policía Julio Díaz volvió a relatar ante el Tribunal los maltratos a los que fueron sometidos Clemente Bedis, Justo Ivalor Roma y Héctor Manuel Zolecio en la Seccional Primera de Santa Rosa.
Díaz formaba parte de la custodia del ex gobernador José Aquiles Regazzoli y luego del golpe fue trasladado a la Seccional Primera. Ahora sentado frente a los represores contó que los detenidos eran llevados de madrugada a la planta alta de la Seccional Primera -donde funcionaba la Unidad Regional a cargo del comisario Roberto Constantino- y que volvían "duramente castigados", con un estado físico "deprimente" y "con los cuerpos y las ropas mojadas", según publica el diario La Arena.
El testigo agregó que eso lo vio en forma directa, también que Zolecio debía ser ayudado porque era "imposible" que caminara por sus propios medios debido a las torturas recibidas. No obstante aclaró que no observó lo que sucedía en esa planta alta debido a que nunca había subido, aunque sí lo hizo en un par de ocasiones el por entonces jefe de la policía, el represor prófugo Luis Baraldini.
Asimismo afirmó que los detenidos nunca fueron visitados por un juez, un secretario de un tribunal ni por familiares y no recordó si el médico policial, Máximo Pérez Oneto, los revisó en alguna oportunidad.
Al ratificar su declaración de hace 26 años, el sargento que estuvo dos décadas en la Policía y fue cesanteado por una condena por lesiones leves, señaló a Roberto Constantino, Roberto Fiorucci, Néstor Cenizo, Oscar Yorio, Athos Reta, Omar Aguilera, Reinhart y a dos personas que no están imputadas (el mayor Juan José Amarante y el policía Oscar López) como los que presuntamente golpeaban a las víctimas. A todos ellos no los había vista, hasta ayer, en los últimos veinte años. También mencionó a los suboficiales René Giménez, Orlando Pérez y Dionisio Gualpas.
Díaz formaba parte de la custodia del ex gobernador José Aquiles Regazzoli y luego del golpe fue trasladado a la Seccional Primera. Ahora sentado frente a los represores contó que los detenidos eran llevados de madrugada a la planta alta de la Seccional Primera -donde funcionaba la Unidad Regional a cargo del comisario Roberto Constantino- y que volvían "duramente castigados", con un estado físico "deprimente" y "con los cuerpos y las ropas mojadas", según publica el diario La Arena.
El testigo agregó que eso lo vio en forma directa, también que Zolecio debía ser ayudado porque era "imposible" que caminara por sus propios medios debido a las torturas recibidas. No obstante aclaró que no observó lo que sucedía en esa planta alta debido a que nunca había subido, aunque sí lo hizo en un par de ocasiones el por entonces jefe de la policía, el represor prófugo Luis Baraldini.
Asimismo afirmó que los detenidos nunca fueron visitados por un juez, un secretario de un tribunal ni por familiares y no recordó si el médico policial, Máximo Pérez Oneto, los revisó en alguna oportunidad.
Al ratificar su declaración de hace 26 años, el sargento que estuvo dos décadas en la Policía y fue cesanteado por una condena por lesiones leves, señaló a Roberto Constantino, Roberto Fiorucci, Néstor Cenizo, Oscar Yorio, Athos Reta, Omar Aguilera, Reinhart y a dos personas que no están imputadas (el mayor Juan José Amarante y el policía Oscar López) como los que presuntamente golpeaban a las víctimas. A todos ellos no los había vista, hasta ayer, en los últimos veinte años. También mencionó a los suboficiales René Giménez, Orlando Pérez y Dionisio Gualpas.
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